El coronel no tiene quien le escriba (novela), de Gabriel García Márquez (Colombia)
Con apenas 37 años, en 1955, Gabriel García Márquez se instaló en París. Pocos meses después, El Espectador, el diario para el que el futuro premio Nobel escribía y que le proporcionaba cierto sustento económico, fue cerrado como parte de las medidas tomadas por el general colombiano Gustavo Rojas Pinilla para acallar a la prensa que se alejaba de la línea dictada por el gobierno militar. En ese contexto de incertidumbre económica, el escritor encontró una conexión con la historia de su propio abuelo materno, el coronel Nicolás Ricardo Márquez Mejía, quien después de tomar parte en la llama “Guerra de los mil días” en Colombia, esperó durante 35 años para recibir una pensión que nunca llegó.
Así, García Márquez escribió El coronel no tiene quien le escriba, un relato breve pero poderoso en el que brilla la dignidad y el idealismo de su protagonista y que se convertiría en una de sus novelas más aclamadas.