Los medios de comunicación, y en particular los informativos, es uno de los sectores que más capital mueven y que atraen la atención de gran cantidad de población. Las cuotas de audiencia se disparan cuando se trata de desastres y catástrofes que acaban devastando grandes zonas del planeta y resultan dramáticos para la población.
Los corresponsales de los periódicos e informativos son los que acuden a primera linea y sobre ellos recae la responsabilidad de narrar la noticia equilibrando los componentes de morbo y drama. Hay que ser efectivos en el momento de mantener la audiencia, pero es mucho más importante ser respetuoso con los damnificados.
Cuando se cumplen 10 años del terremoto de Sichuan, uno de los más terribles seísmos de los últimos años, en el Cervantes de Pekín se celebrará una mesa redonda con varios corresponsales españoles y chinos que han cubierto catástrofes recientes como el propio terremoto de Sichuan, la catástrofe de Fukushima o el terremoto del Nepal.
Entre ellos se valorará la forma técnica en la que se elabora la noticia, la postura ética del periodista y la respuesta humanitaria que el ejercicio del periodismo consigue arrancar de la población.
