La Alhambra: la precesión de los simulacros
Experimentos con la realidad virtual, así como diferentes formas de modelar la realidad que aparecieron en el siglo XXI, causaron cambios en la percepción de la actualidad. El proyecto “La Alhambra: la precesión de los simulacros” está dedicado al estudio de los ideales estéticos usando como ejemplo una obra de arte armónicamente perfecta: La Alhambra, un palacio mauritano en el sur de España. Cada participante crea un simulacro que sustituye un objeto real, reemplazando la realidad por el post realidad. Algunos hacen tapices que parecen cuadros, otros crean fuentes y un mausoleo, otros hacen floreros-esculturas. En un mundo artificial es posible volver a empezar desde el principio, así como sustituir o restablecer objetos del pasado. Jean Baudrillard llamó esta práctica precesión de los simulacros: un simulacro precede a la realidad, en el mundo moderno una copia sustituye al original, igual que un mapa precede al territorio de un imperio. La comistaria de “La Alhambra: la precesión de los simulacros”, Marina Tevzadze, invitó a artistas tanto rusos y españoles, tanto realistas, como autores de graffities, impresionistas contemporáneos o representantes de Street-art para que participasen en este proyecto. El objetivo de la exposición es crear un espacio que despierte la memoria asociativa estética del espectador. Desde el punto de vista de la eternidad hay valores que, como La Alhambra misma, nunca pierden su protagonismo, son el motor eterno de la cultura mundial que puede ir más rápido o más lento, pero nunca para. (16+)