El buen patrón
Fernando León de Aranoa está a la altura de las altas expectativas y, con la ayuda de un elenco y un equipo excelente, ofrece una sátira social memorable y conmovedora sobre un fabricante de balanzas en la provincia de España y su carismático propietario, Blanco, que finge ser una figura paterna para todos los empleados sin perder de vista su principal objetivo: la fábrica de balanzas familiares y el premio regional a la excelencia empresarial. La película le valió la Mejor Película, Mejor Director y Mejor Guión Original en los Premios Goya. Bardem ofrece una actuación extraordinaria como el carismático y controlador Blanco, mientras que Manolo Solo es excelente como el conformista y problemático Miralles y Almudena Amor como una interna muy decidida que traerá algunos problemas.