La comunicación entre hombres y mujeres desde la perspectiva de la igualdad va más allá del llamado «lenguaje inclusivo». La forma de las palabras no es la única cuestión determinante en la expresión de la desigualdad entre sexos, sino que es importante detectar también situaciones y comportamientos, clichés y estereotipos comunicativos que afloran y denotan esa desigualdad.
Los estudios científicos demuestran que son numerosas las situaciones en los espacios públicos (como son los profesionales) en los que se espera que hombres y mujeres usen el lenguaje de manera diferente. Si identificamos esos contextos, podremos profundizar más en el impulso de la igualdad efectiva, que es uno de los valores que quiere impulsar el Instituto Cervantes.
Esos contextos comunicativos propician interacciones entre hombres y mujeres y, en general, entre diferentes grupos humanos, cuya observación refleja resultados reveladores: muestran una estructura profunda en el lenguaje que es vehículo de creencias y comportamientos que acarrean injusticia verbal. Por ello queremos impulsar este proyecto, «El español, una lengua con valores», para que todos podamos reflexionar sobre esas interacciones inicuas, detectar otras situaciones inadvertidas hasta ahora; ampliar esa detección a otras lenguas y culturas y recoger todo ese conocimiento en una gran base de datos que permita estudiarlo en profundidad.