El proyecto “Frog pond” es una instalación artística y "site-specific", concebida por Víctor Santamarina para el patio trasero del Instituto Cervantes. El proyecto toma como punto de partida la actual coyuntura climática y especula con un futuro –inminente- en el que los espacios urbanos, sociales y humanizados son lentamente absorbidos por una naturaleza que reclama lo que le pertenece. En ese futuro, las dicotomías fundacionales del pensamiento occidental, como la división categórica entre naturaleza y cultura, han terminado de desmoronarse –llevaban ya tiempo en ello- dando lugar a nuevos espacios, objetos y formas de vida hibrida en las que converge la acción humana en el entorno y el entorno en el curso de las acciones sociales.